Se puede apreciar como la pintura de la talla, por el paso del tiempo, se había deteriorado. Para darle mejor presencia consideré, en vez de volver a pintar las tallas, aplicarles pan de oro.
El tapizado iba sujeto con chinchetas, supongo que cuando las fabricaron no habían las grapadoras neumáticas.
El primer paso fue quitar el viejo tapizado con todas sus chinchetas.
Así es como quedó tras desnudarla.
Estas sillas tenían un grave problema en las patas, estaban desvencijadas.
Había que hacerlas unas escuadras para arreglar este grave problema que hace inseguro el poder sentarse con comodidad.
Como este arreglo ya lo mostré en otra entrada y para no repetirme os dejo el enlace para si queréis verlo.
Quitar movimiento de las patas de una silla (Patas desvencijadas)
Ahora quedaba quitar el esmalte, para poder ver bien todos los agujeros y defectos.
Las cinchas que estaban muy mal también estaban sujetas con tachas de tapicero.
Para los rincones más difíciles va bien un cepillo de púas de acero.
Ahora es el turno de inyectar por los agujeros un anticarcoma para que haga su función. En los talleres profesionales que se dedican a la restauración suelen tener cámaras de frio donde colocan los muebles para matar la carcoma.
Pero como yo no tengo lo debo de hacer a mi manera.
Ahora hay que esperar unos diez días para que el tratamiento haga efecto.
En breve seguiré contándoos el proceso.
Saludos.
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